lunes, 5 de enero de 2015

Derechos humanos enfermos mentales

DERECHOS HUMANOS DE LOS ENFERMOS MENTALES EN SITUACIÓN DE CALLE


En México la salud mental es un tema del que se habla entre murmullos.  Como si nadie quisiera saber cuántos enfermos hay;   en qué condiciones se encuentran los que están en situación de calle, los  internados en hospitales psiquiátricos, qué tipo de atención reciben los  encerrados en sus casas como el caso reciente de las hermanas Ofelia y Francisca Valles Campos “conocieron” la luz del sol, luego de pasar 30 años cautivas y sin cuidados en una reducida habitación.

Hoy los derechos humanos comprenden también el derecho al desarrollo y el derecho al ambiente sano, y se relacionan con el derecho de las sociedades a vivir en paz; los enfermos mentales también tienen derechos humanos.

Los derechos humanos son  inherentes a todos los seres humanos, sin distinción  de nacionalidad, sexo, origen  étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.

El derecho a la igualdad es el derecho de todos los seres humanos a ser iguales en su dignidad, a ser tratados con respeto y consideración y a participar con base igualitaria con los demás en cualquier área de la vida civil, cultural, política, económica y social. Todos los seres humanos son iguales ante la ley y tienen derecho a una misma protección y garantía.

El garantizar la efectividad del Derecho a la Igualdad requiere la adopción de leyes y políticas  comprensivas y suficientemente detalladas y específicas para abarcar las diversas formas y manifestaciones de la discriminación y de las desventajas.

El derecho a la no-discriminación es un derecho fundamental y autónomo, subsumido en el derecho a la igualdad; la discriminación ha de ser prohibida ya sea por motivos de raza, color, origen étnico, sexo, idioma, religión o creencia, identidad de género, discapacidad, estado de salud, predisposición genética o de otro tipo a alguna enfermedad, o por combinación de algunos de estos casos, o en base a características asociadas con alguno de estos motivos.

Los enfermos mentales en situación de calle, son aquellos que sufren alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, consideradas como anormales con respecto al grupo social de referencia del cual proviene el individuo. Se puede tratar de alteraciones en el razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad o de adaptarse a las condiciones de la vida aunado a que toda su actividad vital y necesidades incluido dormir, lavarse… lo hacen en la calle. El vivir solo en la calle supone en sí mismo una condición altamente triste para la mayoría de los que llegan a encontrarse en esa situación.
En México, y  en el Distrito Federal existe un grupo vulnerable de personas sin hogar que padecen enfermedades mentales graves y que no acceden a los servicios sociales y sanitarios en general. El  tener alguna enfermedad de este tipo es un problema agobiante, más común de lo que podemos apreciar, pero la situación se complica para los que además de sus facultades mentales no cuentan con el amparo de una familia o la sociedad.

Este grupo de personas deambula por las calles, portando taparrabos, desnudos, sucios, con llagas en la piel, con altos grados de desnutrición que los colocan en serio peligro de muerte, con enfermedades diversas que carcomen sus cuerpos, casi todos nosotros tenemos una imagen de las personas sin hogar. Casi universales son las imágenes de un vagabundo con barba y muchas capas de ropa destrozada, con una botella, con cartones y hurgando en la basura buscando que comer. Más allá de estas imágenes resulta complejo definir o identificar a las personas en situación de calle.

Una vez aclarado el tema afirmaremos que los enfermos mentales están expuestos en todo el mundo a una amplia gama de violaciones de los derechos humanos. La estigmatización hace que a menudo sean aislados y no reciban los cuidados que necesitan. En algunas comunidades son expulsados, abandonados sin comida y semidesnudos o en harapos, atados y apaleados.

De acuerdo a la Ley General de salud la prevención y atención de los trastornos mentales y del comportamiento debe ser de carácter prioritario y se deberá brindarse con un enfoque comunitario, de reinserción psicosocial y con estricto respeto a los derechos humanos de los usuarios de estos servicios.

Esta ley también señala que todos los mexicanos tienen derecho a ser incorporados al Sistema de Protección Social en Salud de conformidad con el artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sin importar su condición social.

Partiendo de estos supuestos normativos el Gobierno  tiene la obligación de respetar, promover y satisfacer los derechos fundamentales de las personas con trastornos mentales, de acuerdo con las disposiciones previstas en la ley antes mencionada y de acuerdo a los tratados  internacionales en derechos humanos.

Concluyo que en los últimos años, a la asistencia y el tratamiento de los enfermos mentales en situación de calle no se les ha prestado atención política y profesional, que los enfermos mentales que andan en situación de abandono en la vía pública andan en riesgo grave de sufrir daño inmediato o inminente.

Mientras continuemos viendo en la calle personas que carecen de los elementos más básicos para poder vivir, decidir y participar de forma activa en la sociedad y; mientras, la enfermedad mental sea uno de los factores de esta exclusión, estamos obligados a hacer algo.

Es nuestra responsabilidad como personas y como defensores de derechos humanos. Los enfermos mentales sin hogar son un grupo vulnerable son personas que deben de ser protegidas del abandono, abuso y explotación.





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