jueves, 4 de diciembre de 2014

Democracia

La democracia


A seis meses del próximo proceso electoral en nuestro país a realizarse en 2015, se perciben grandes riesgos para la consolidación de la democracia en México, ya que la democracia no sólo es ir a votar y ser votado, sino que va más allá de esto, constituye una forma de vida.

Hoy tenemos un gobierno que fue electo libremente por los mexicanos mediante el ejercicio pleno de su voluntad soberana, pero debemos reflexionar con seriedad sobre algunos asuntos importantes,  que forman parte medular de la democracia real  y  en los que  falta mucho por hacer, para lograr la igualdad de oportunidades entre todos los habitantes de nuestra nación. 

Tal es el caso de institucionalizar  políticas públicas eficientes y eficaces para lograr el pleno desarrollo de las personas, en aras de cumplir con sus postulados esenciales: la auténtica igualdad de las personas ante la ley,  la equidad de género, la atención a los grupos sociales vulnerables, la protección al medio ambiente y por lo que toca al Estado y su gobierno impulsar con decisión la transparencia y rendición de cuentas.

El objetivo de estas breves consideraciones, consiste en  identificar los desafíos de la democracia en México de cara al Proceso Ordinario Electoral Federal y Local 2014 - 2015. Así como,  la relación indisoluble entre democracia y derechos humanos.

Recordemos que la democracia es la conditio sine qua non contemporánea para lograr el desarrollo de las naciones y de las personas, la articulación del concepto democracia está supeditado esencialmente a que el gobierno sea elegido por el pueblo, es decir que emane de la voluntad popular.  Las elecciones logran conjugar y aglutinar pacíficamente creencias, sentimientos y pasiones. Para que eso sea posible,  debe exigirse al electorado  compromiso con los representantes y a éstos dedicación, honestidad y transparencia en la actuación política.

Para que la democracia en México, sea exitosa debe ser de contenido social, político y económico, con igualdad de oportunidades tanto para hombres como para mujeres, atención para las minorías, respeto y observancia de los derechos humanos y actuar siempre con transparencia y rendir cuentas  claras al electorado.

Una democracia que no respeta los Derechos del Hombre, no merece tildarse como democracia, recordemos que el 9 de diciembre de 1998 la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones deben Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente reconocidas. México aceptó este compromiso contemplado en 20 Artículos,  entre las obligaciones aceptadas,  ubicamos lo dispuesto por el Artículo 12, párrafo 2°:

“El Estado garantizará la protección por las autoridades a toda violencia, amenaza, represalia, discriminación, negativa de hecho o de derecho, presión o cualquier otra acción arbitraria resultante del ejercicio legítimo de los derechos mencionados en la presente Declaración“.

La democracia la construye el pueblo, para determinar el rumbo del  país y para que el gobierno emanado de las urnas propicie mejores condiciones de vida.

Los ciudadanos mexicanos requerimos con urgencia instituciones y representantes que garanticen la paz y seguridad, necesitamos leyes efectivas.  No queremos la guerra, no queremos más personas desaparecidas, no queremos niños y niñas maltratados, no queremos más gente con hambre, queremos un pueblo educado que pueda defender sus derechos, por el simple hecho de ser un ­“ser humano“, es decir que se respeten y garanticen  sus derechos establecidos en el Artículo 1ª constitucional.

Por ello, los retos a vencer en las próximas elecciones, es que los partidos políticos respeten la equidad de género, conforme a lo señalado en el artículo 41 constitucional; que los candidatos a ocupar cualquier cargo de elección popular, respeten las normas bajo la cual se rigen los procesos electorales, que los ciudadanos no solo participen y salgan a emitir su voto.

La participación política de los ciudadanos y ciudadanas en el proceso electoral 2015, es fundamental para la vigencia del régimen representativo y la división de poderes, para que en México  haya pluralidad de partidos políticos en el Congreso y para que tengamos procesos electorales transparentes, competidos y plurales, con organismos electorales sólidos, como: el Instituto Nacional Electoral, los organismos públicos locales, y el Tribunal Electoral del Distrito Federal.

La democracia debe cumplir con las necesidades básicas de las mexicanas y mexicanos, sin distinción de raza, credo, ideología, posición económica, etc. Debe respetar nuestra libertad como ciudadanos y ciudadanas, debe ser la pauta para el diálogo y la negociación en aras de solucionar cualquier conflicto.




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