La no-violencia
Actualmente,
las naciones que velan por los valores
de la democracia, fundan su convivencia tanto
a nivel interno como internacional y sus relaciones con otras naciones,
en la libertad, el respeto y la tolerancia, con el propósito de convivir de
manera pacífica los unos con los otros.
Recordemos
que el objetivo fundamental de la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas es luchar permanente para que todos los pueblos y
naciones del mundo, estén libres de cualquier tipo de actos que atenten contra los valores de la libertad, que
atenten contra la paz, la tolerancia, la pluralidad, etc.
Crear
las condiciones adecuadas para mantener no solo la justicia, sino promover el
progreso social de todos los ciudadanos en México, elevar el nivel de vida a
través de la educación, y trabajar por la no violencia y por la verdad, porque
la verdad de este mundo no significa
declarar la guerra a alguien, no significa discriminar, no significa matar,
significa “la comunión de la vida”,
como señala Gandhi, hará de nuestra nación, la mejor del mundo.
Para
lograr lo anterior, requerimos que todos nosotros como ciudadanos, tengamos
como vocación y misión en nuestras vidas, inculcar en nuestras familias, escuelas,
centros de trabajo y de recreación, el respeto hacia los demás y practicar la no
violencia, lejos del odio, del rencor, de la venganza, del enojo, ya que todos
estos sentimientos y pasiones nos ciegan, nos envenenan, y nos hacen cometer
las peores injusticias, nos llevan a mentir, a perder la memoria, y cuando perdernos
la memoria, perdemos todo.
Para
manifestar nuestro desacuerdo con las cosas o con nuestras ideas, no es
necesario declarar la guerra, no es necesario el uso de las armas, hagamos de nuestras palabras las mejores
armas para vencer al enemigo.
La
no-violencia, no significa agachar la cabeza ante el enemigo, no significa
renunciar a toda forma de lucha contra el mal. Para vencer el mal, nuestra
mejor defensa es no contraatacar, debemos luchar siempre por la justicia y la
verdad. La verdad nos hará libres por el resto de nuestra propia existencia.
La
no-violencia es sinónimo de amor, fe y esperanza, de que este mundo será mejor
cada día si la practicamos diariamente en nuestros corazones. Cuando alguien
nos ataque no respondamos de manera agresiva, mejor reflexionemos y digamos no
vale la pena hacer daño al prójimo, porque nuestro amor por la vida y
la esperanza de un mundo mejor, es un poder más fuerte que todos los ejércitos
juntos del planeta.
Actuar
con humildad, lejos de la tiranía, siempre al servicio de unos y otros, fomentando
la convivencia pacífica entre hombres y mujeres, niños y niñas, adultos
mayores, nos hará mejores personas, mejores ciudadanos, y sobre todo será el
mejor instrumento que tengamos los ciudadanos de cualquier nación para
continuar con la lucha indeterminada por la defensa de nuestros derechos
humanos.
Por
lo que corresponde a nuestro país, el
diseño de mejores políticas públicas tendentes a mejorar la educación, y
enseñar a los niños, jóvenes y adultos actuar con respeto y tolerancia,
coadyuvarán a edificar una sociedad democrática, respetuosa de la diversidad, libre de discriminación, sobretodo una
sociedad que viva en paz.
Nuestra
misión será velar por mantener la paz y la justicia que tanto necesita nuestro
pueblo, basada en la libertad y la igualdad de todas las razas, religiones,
ideologías, credos, sexo, etc.
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