lunes, 15 de diciembre de 2014

Noviolencia

La no-violencia

Actualmente,  las naciones que velan por los valores de la democracia, fundan su convivencia tanto  a nivel interno como internacional y sus relaciones con otras naciones, en la libertad, el respeto y la tolerancia, con el propósito de convivir de manera pacífica los unos con los otros.
Recordemos que el objetivo fundamental de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas  es  luchar permanente para que todos los pueblos y naciones del mundo, estén libres de cualquier tipo de actos que atenten  contra los valores de la libertad, que atenten contra la paz, la tolerancia, la pluralidad, etc.

Crear las condiciones adecuadas para mantener no solo la justicia, sino promover el progreso social de todos los ciudadanos en México, elevar el nivel de vida a través de la educación, y trabajar por la no violencia y por la verdad, porque la  verdad de este mundo no significa declarar la guerra a alguien, no significa discriminar, no significa matar, significa “la comunión de la vida”, como señala Gandhi, hará de nuestra nación, la mejor del mundo.

Para lograr lo anterior, requerimos que todos nosotros como ciudadanos, tengamos como vocación y misión en nuestras vidas, inculcar en nuestras familias, escuelas, centros de trabajo y de recreación, el respeto hacia los demás y practicar la no violencia, lejos del odio, del rencor, de la venganza, del enojo, ya que todos estos sentimientos y pasiones nos ciegan, nos envenenan, y nos hacen cometer las peores injusticias, nos llevan a mentir, a perder la memoria, y cuando perdernos la memoria, perdemos todo.

Para manifestar nuestro desacuerdo con las cosas o con nuestras ideas, no es necesario declarar la guerra, no es necesario el uso de las armas,  hagamos de nuestras palabras las mejores armas para vencer al enemigo.

La no-violencia, no significa agachar la cabeza ante el enemigo, no significa renunciar a toda forma de lucha contra el mal. Para vencer el mal, nuestra mejor defensa es no contraatacar, debemos luchar siempre por la justicia y la verdad. La verdad nos hará libres por el resto de nuestra propia existencia.

La no-violencia es sinónimo de amor, fe y esperanza, de que este mundo será mejor cada día si la practicamos diariamente en nuestros corazones. Cuando alguien nos ataque no respondamos de manera agresiva, mejor reflexionemos y digamos no vale la pena hacer daño al prójimo, porque nuestro amor por la vida y la esperanza de un mundo mejor, es un poder más fuerte que todos los ejércitos juntos del planeta.

Actuar con humildad, lejos de la tiranía, siempre al servicio de unos y otros, fomentando la convivencia pacífica entre hombres y mujeres, niños y niñas, adultos mayores, nos hará mejores personas, mejores ciudadanos, y sobre todo será el mejor instrumento que tengamos los ciudadanos de cualquier nación para continuar con la lucha indeterminada por la defensa de nuestros derechos humanos.

Por lo que corresponde  a nuestro país, el diseño de mejores políticas públicas tendentes a mejorar la educación, y enseñar a los niños, jóvenes y adultos actuar con respeto y tolerancia, coadyuvarán a edificar una sociedad democrática, respetuosa de la diversidad,  libre de discriminación, sobretodo una sociedad que viva en paz.

Nuestra misión será velar por mantener la paz y la justicia que tanto necesita nuestro pueblo, basada en la libertad y la igualdad de todas las razas, religiones, ideologías, credos, sexo, etc.









 





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